El sínodo de la Iglesia Católica rechaza el sacerdocio femenino, por Franco Segura

En el Sínodo de los Obispos, acompañados por el Papa Francisco, se trató el rol de la mujer dentro de la Iglesia, y señalaron que le darán más espacios, como algunos cargos, pero que NO están consideradas para recibir el ORDEN SACERDOTAL. Aquí les comparto algunos argumentos que se basan en la tradición, la teología sacramental y el simbolismo nupcial; puntos claves del texto que he preparado para entender:

Tradición: la tradición de la Iglesia, que se remonta a Jesucristo y sus apóstoles, ha excluido históricamente a las mujeres del sacerdocio ministerial, inclusive teniendo a Santa María, Madre de Dios. Se sostiene que esta tradición refleja la voluntad de Cristo y se basa en la falta de llamado explícito a mujeres para ser apóstoles. Es decir es orden de Jesús.

Teología sacramental: el sacerdocio ministerial es un signo sacramental de Cristo Sacerdote y, por lo tanto, el sacerdote debe ser un hombre para representar adecuadamente a Cristo, quien fue un varón en su encarnación. Se afirma que la mujer no es un signo adecuado de Cristo Sacerdote y Víctima en la Eucaristía.

Simbolismo nupcial: Cristo se presenta en la Sagrada Escritura como el Esposo de la Iglesia, lo que resalta la función masculina de Cristo en relación con la función femenina de la Iglesia. En los sacramentos, el sacerdote representa a Cristo y a la Iglesia, y como tal, debe ser un varón.

La cuestión de la ordenación de mujeres sigue siendo un tema de debate y discusión dentro de la Iglesia Católica y otras denominaciones cristianas, pero sobre todo debemos entender que no es un tema de machismo, sino es una ordenanza explícita de Jesús, fundador de la Iglesia Católica. Pues donde manda capitán no manda marinero. La mujer es muy valiosa y hace quizá más cosas que los hombres dentro de la Iglesia. Y para mérito de ellas: ¿adivinen quién es Madre de Jesús (Dios)? ¡La Virgen María, una humilde y gran mujer! La mujer tiene un espacio y rol clave en nuestra Iglesia.

No se puede caer en frases relativistas: “los tiempos cambian”, “hace falta más sacerdotes”, “el machismo en la Iglesia”, “la mujer sería más maternal”, etc. Dios lo ha determinado así, no le quita nada a la mujer no siendo sacerdotisa; pues las consagradas, religiosas y monjas hacen un trabajo enorme dando espacios a su maternidad, servicio, entrega y santidad. La Iglesia es fundada por Cristo y estamos para cumplir su plan, no para hacer nuestro plan a nuestras medidas y comodidades.

Sigamos orando en este tiempo tan especial para la Iglesia Católica, de la cual formamos parte todos los bautizados.