Homilía del Domingo XXIX del Tiempo Ordinario: Dios es el Señor de la historia

Posiblemente una de las enseñanzas de este domingo sea que hay que respetar a las autoridades. Incluso aceptar que, si ellas se dejan guiar por la recta conciencia, Dios las puede utilizar como instrumento para hacer el bien al pueblo a ellos confiado.

  1. Isaías

Purificado el pueblo de Dios por el destierro y pasado el tiempo profetizado por Jeremías, el Señor escoge al rey de Persia para que libere a Israel.

¿Quién es ese Ciro a quien Dios llama su “ungido” y le da tantas alabanzas?

Dos párrafos especiales tenemos para conocerlo:

La primera cita bíblica es del segundo libro de Crónicas en el último capítulo, párrafo último:

“En el año primero de Ciro, rey de Persia, para cumplir lo que había dicho Dios por medio de Jeremías, el Señor movió a Ciro, rey de Persia, a promulgar de palabra y por escrito en todo su reino…”

A continuación el rey da este decreto que libera a todos los judíos que quieran regresar a Jerusalén:

“Así dice Ciro, rey de Persia: el Señor Dios del cielo me ha entregado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a ese pueblo puede volver. ¡Que el Señor su Dios esté con él!”

Por otro lado en el párrafo de Isaías de hoy vemos que Dios lo escoge “aunque no me conoces” y le pone “el cinturón con que se ceñían los reyes”.

Así un rey pagano hace una ofrenda al Dios de Israel, dando la libertad a los judíos y también el dinero para reconstruir su ciudad y su templo.

En este acontecimiento podemos descubrir cómo Dios es el Señor de la historia por encima de las acciones de los seres humanos.

  • Salmo 95

Nos recuerda la misma verdad que meditamos en las lecturas de hoy:

“El Señor es rey, Él gobierna a los pueblos rectamente”.

Todo el salmo nos invita a “aclamar la gloria y el poder del Señor”.

  • San Pablo

La carta a los Tesalonicenses es el primer escrito de todo el Nuevo Testamento y fue escrita por Pablo el año 50 desde Corinto.

Hoy la liturgia recoge la introducción de la carta en la que el apóstol felicita a los cristianos por la acogida que han dado al Señor:

“Por la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo”.

  • Verso aleluyático

Jesús enseñó que el cristiano tiene que ser “luz del mundo” como Él y la liturgia nos lo confirma con estas palabras de San Pablo a los filipenses:

“Brilláis como lumbreras del mundo, mostrando una razón para vivir”.

Pidamos a Dios que nuestra vida responda a esta hermosa realidad y con nuestra fe iluminemos el camino de todos.

  • Evangelio

De una manera hipócrita los fariseos y algunos herodianos se presentan a Jesús para hacerle una pregunta capciosa y por cierto muy peligrosa en aquel momento político en el que Israel tiene que pagar tributo a Roma.

Ya sabemos la respuesta de Jesús en la que deja claro que lo primero de todo es Dios y hay que cumplir lo que Él nos pide y que, en segundo lugar, viene el emperador y hay que cumplir con él.

Jesús no habla de los derechos de éste ni entra en mayores detalles.

Sí nos ayudará a comprender la hipocresía que tenían estos fariseos que procuraban acumular todas las monedas que podían sin importarles que tuvieran la efigie del César.

Guardemos bien la lección:

Hay que cumplir en primer lugar la ley de Dios y después aplicar las leyes humanas, con tal que no sean contrarias a la ley divina. Algo muy importante a tener en cuenta cuando las leyes de los gobiernos van directamente en contra de los mandamientos de Dios.

José Ignacio Alemany Grau, obispo