Durante la Audiencia General de este 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, el Papa Francisco recordó a las muchas personas afectadas por este virus y pidió un compromiso renovado por ellos. También hizo presente el Viaje Apostólico que iniciará mañana, indicando en particular, su visita a Lesbos, en donde irá a acercarse a la humanidad herida en la carne de tantos migrantes. Un pensamiento especial lo tuvo por los ancianos: no los descuiden, son “nuestras raíces”, repitió.

Tratamientos sanitarios justos y eficaces en la lucha contra el SIDA

En el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, durante la Audiencia General el Papa recordó las numerosas personas afectadas por este virus, “para muchas de las cuales, en algunas partes del mundo, – dijo – no hay acceso a los tratamientos esenciales”. Por ellos el Pontífice manifestó la esperanza de que “se renueve el compromiso de solidaridad para garantizar tratamientos sanitarios justos y eficaces”.

El Papa pide oración por su Viaje a Chipre y Grecia

Un pensamiento también Papa fue por los migrantes, en ocasión del viaje que comenzará mañana, 2 de diciembre, a Chipre y luego a Grecia, adonde se dirigirá “para visitar a los queridos pueblos de esos países, ricos en historia, espiritualidad y civilización”. Un viaje, expresó, “a las fuentes de la fe apostólica y de la fraternidad entre los cristianos de diversas denominaciones”, en donde tendrá la oportunidad de acercarse “a una humanidad herida en la carne de tantos migrantes en busca de esperanza”: “iré a Lesbos”, anunció Francisco, pidiendo a todos que lo acompañemos con nuestras oraciones. 

Mantener a los ancianos en la familia, no descuidarlos

Al saludar, como de costumbre, a los ancianos, los enfermos, los jóvenes y los recién casados, el Santo Padre lanzó un llamamiento por los primeros: “no hay que descuidarlos, si se pueden manténganlos en la familia, no los manden fuera, porque los ancianos son nuestras raíces y no hay que descuidarlos”.

El tiempo de Adviento – concluyó – nos invita a preparar la Navidad acogiendo sin temor a Jesucristo que viene entre nosotros:

“Si le abrimos la puerta de la vida, todo adquiere una nueva luz y la familia, el trabajo, el dolor, la salud, la amistad, y demás, se convierten en otras tantas ocasiones para descubrir su presencia consoladora, la presencia de Jesús en nuestra vida, la presencia del Emmanuel, del Dios que viene, que significa Dios con nosotros y para dar testimonio de su presencia a los demás. Así que preparémonos, abriendo nuestro corazón a la Navidad.”