Entrevista a Mons. Salvador Piñeiro sobre el Sínodo de la familia y el Papa Francisco
Sínodo: El papel tan decisivo como humilde del Papa Francisco
Entrevista al obispo peruano Salvador Piñeiro: La Iglesia se renueva y acoge a la familia de hoy
Son padres, hijos, esposos, hermanos,… la familia es misionera”, una escuela del perdón, de la reconciliación y del compartir. Sin embargo las familias en el mundo sufren la globalización de la indiferencia de la falta de amor, sentencia Salvador Piñeiro, salesiano, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
Los 270 obispos reunidos en Roma sentimos la cercanía del Papa Francisco al atender, escuchar y comprender las aspiraciones de la sociedad, afirma durante una entrevista concedida a Aleteia el también arzobispo de Ayacucho, a su regreso de Roma.
La experiencia de Jesús de Nazaret es de hogar. Por eso trabajamos fiados de Jesús, reunidos en la XIV Asamblea General, los obispos estuvimos unidos al Santo Padre, vivimos una experiencia de la colegialidad en la Iglesia. Realmente es una bendición que la Iglesia esté bajo la mirada atenta, y el callado pastoreo del Papa Francisco.
Usted ha denunciado un ataque artero a la institución de la familia durante el sínodo. Con el documento final, la Iglesia se muestra inclusiva. En su opinión, ¿el Papa Francisco está logrando cambiar el rostro de la Iglesia?
Aquellas personas que conviven y que no se quieran casar, o quienes son divorciados, vueltos a casar y desean regularizar su situación ante la Iglesia, las uniones gays, el derecho que cree tener la persona para matar a un niño por nacer, y en medio de todo los intereses lucrativos y gubernamentales para incluir leyes que favorecen la desestabilización de las familias, son temas que los obispos no hubiéramos podido resolver, pero estábamos con Pedro, en todo momento contamos con el acompañamiento oportuno del Santo Padre.
Me tocó trabajar en el círculo menor, con los miembros de habla española, vivimos todos un ambiente de catolicidad de nuestra fe, hemos caminado juntos, escuchándonos con humildad.
El Papa Francisco, cómo nos ha acompañado para hacernos crecer en nuestra espiritualidad a todos sus hijos, nosotros los obispos, su familia, en un ambiente de comunión.
Es una gracia de Dios, que la Iglesia esté bajo su cuidado. “Yo estoy no sobre ustedes, sino debajo, para ser la piedra que construye la Iglesia”, fueron sus palabras finales.
Con los cambios que en el mundo se observan, ¿cuál es la visión que debemos tener sobre las familias?
A veces se olvida el verdadero valor de las familias. Incluso se piensa que la maternidad es un estorbo. Se deja de lado el valor de la conyugalidad, llevar el mismo yugo, los esposos ante la adversidad deben permanecer unidos.
Sin duda al término de este sínodo, la Iglesia abre las puertas a todos los que quieran ser parte de ella, los acoge, los incluye.
Comprende la situación. Recibe a los divorciados vueltos a casar que quieran comulgar, en el caso de que su primer matrimonio sea de comprobada nulidad, acompaña con un proceso de discernimiento los casos especiales de uniones de hecho.
La visión de la Iglesia sobre la familia siempre será entre un varón y una mujer. Eso sí no ha cambiado.
Lo que se espera ahora es iniciar este camino de acercamiento. ¿Los sacerdotes están debidamente preparados para asumir estos retos?
El tema de la pastoral familiar debe estar presente en el programa curricular de nuestros seminaristas.
También el acompañamiento a las parejas, el promover nuevos apostolados para que los esposos se sientan fortalecidos y cumplan sus deberes.
Lo que queda ahora es empezar a trabajar y seguir escuchando a las familias. Con este documento consultivo, la Iglesia abre sus puertas a todos los que quieran formar parte de ella. El Santo Padre ha fortalecido nuestro trabajo con su acogida fraterna.
Periodista Esther Núñez de Aleteia.
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